Cubismo y guerra. El cristal en la llama
A la guerra de 1914-1918, los franceses la llamaron la Gran Guerra. El horror y el sufrimiento de la primera línea de esta confrontación bélica quedaron reflejados en contundentes imágenes fotográficas y fílmicas. La masacre era una realidad cotidiana en París, que tuvo el frente de batalla a poco más de 100 quilómetros.
Esta exposición explora la obra de artistas que, a pesar del conflicto, rechazaba que atestiguar la guerra o producir propaganda fuera su deber y procuraron mantener vivas las nuevas posibilidades que entre 1911 y 1914 el cubismo había abierto en París para la pintura y la escultura.
La gran mayoría de jóvenes franceses aptos fueron movilizados. Así pues, los artistas que se quedaron en París o eran extranjeros, o demasiado mayores o no aptos para el combate: Pablo Picasso, junto con Juan Gris y María Blanchard, también españoles, el mexicano Diego Rivera, el italiano Gino Severini, el escultor lituano Jacques Lipchitz, el escultor francés Henri Laurens y el pintor Henri Matisse. Fernand Léger y Georges Braque, que lucharon en el frente y tuvieron respuestas artísticas al conflicto muy diferentes, también están incluidos en esta exposición.